
La acción se ejecutó gracias a una denuncia planteada por los vecinos del criadero, quienes se quejaron por la emisión de malos olores. La queja fue atendida por el SENASA, entidad que, en primera instancia, giró una orden sanitaria por el mal estado de los animales, en la cual se ordenaba el desalojo de todos los perros del criadero. En una segunda visita de inspección, se determinó que la orden no había sido acatada.
Después de ser confiscados, los perros fueron trasladados a las oficinas de la Policía Turística de Limón, donde fueron entregados a sus correspondientes Depositarios Administrativos.
Fue necesario trasladar algunos de los animales a una clínica veterinaria, encontrándose en su diagnóstico soplo en el corazón, sarna doméstica crónica, entre otros.
Los perros decomisados recibirán rehabilitación y los cuidados veterinarios necesarios, durante el proceso legal, hasta determinar cuál será su destino permanente.
hola espero que el dueño se castigado por maltratar tan bellos animales
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