·
Rescate
de semillas tradicionales en procura de garantizar soberanía alimentaria.
·
Protección
del medio ambiente, creación de empresas comercializadoras comunales de valor
agregado e impulso de alianzas productivas, centros de acopio y
comercialización.

De esa manera el Ministerio pretende un aprendizaje
de doble vía, a la vez que se mejoran las
condiciones de productividad en esa región del país. Dentro de los objetivos de
este plan de acción figuran el fortalecimiento de las iniciativas familiares
para mejorar su economía, el rescate de semillas tradicionales en procura de
garantizar la soberanía alimentaria y la protección del medio ambiente.
El Presidente Luis Guillermo Solís Rivera destacó
la importancia de crear modelos con las poblaciones indígenas que permitan
recuperar el valioso conocimiento que han heredado. Agregó que el desarrollo de
estos sistemas respetando las particularidades y naturaleza de estas
poblaciones es fundamental para su éxito y para promover la creación de
empresas comercializadoras comunales de valor agregado, así como el impulso de
alianzas productivas, entre otros.
Por su parte, el Ministro de Agricultura y
Ganadería, Luis Felipe Arauz Cavallini, dijo que se ha venido realizando un
trabajo compartido que permite avanzar en un plan de acción que, por un lado, posibilita
el rescate e impulso del modelo productivo ancestral de estos pueblos, a la vez
que se les acerca a nuevas tecnologías en procura de que mejoren su producción.
“Este modelo se desarrolla en apego al respeto
hacia el ambiente y la naturaleza, como es propio de nuestros antepasados
indígenas”, declaró el jerarca y agregó que muchas de las prácticas que ahora
se recomiendan para adaptar la agricultura tradicional al cambio climático,
nuestros indígenas las han puesto en práctica por cientos de años.
El cacao, ejemplo exitoso
El cultivo del cacao es un excelente ejemplo de lo
que se puede alcanzar mediante este trabajo armonizado que se viene realizando,
ya que se trata de un producto fundamental en la cultura de los talamanqueños.
Por esa
razón, mediante el Programa Sixaola, ejecutado por el MAG con recursos financiados
por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), se realizó una inversión superior a los ¢1.100
millones para contribuir con el arraigo y fortalecimiento del sistema de
producción de cacao asociado con otros cultivos y forestales, para garantizar
la sostenibilidad ambiental y disminuir la vulnerabilidad de la zona.
El Programa Sixaola realizó un inversión superior a
los ¢1.8 millones por productor, a quienes se les entregó herramientas, equipo,
insumos orgánicos (para un año) y plantas de cacao.
El Programa Sixaola, que inició desde 2012,
continuará brindando asistencia técnica para la producción de cacao agroforestal
hasta el 2018, mediante la contratación de 19 promotores y técnicos, quienes
dan seguimiento a los grupos beneficiados. Además, se trabaja con 29
organizaciones, con 791 productores y se abarcan aproximadamente 556.5
hectáreas de plantaciones de cacao.
Es importante destacar que los 19 profesionales
contratados son de Talamanca, la mayoría
de ellos indígenas, con el fin de
apoyar la dinamización de la economía
local, a la vez que se respetan las
prácticas culturales en la producción de cacao.
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