- Importadores entregaron informe poco claro a Ministro de Comercio
Exterior, el mismo no incluye datos sobre el protocolo que se siguió para
confirmar el caso.
- SFE inició de oficio una revisión de plantaciones y recolección de
muestras para verificar veracidad de los señalamientos.
Ante el informe
entregado recientemente por representantes del sector importador al
Ministro de Comercio Exterior, Alexander Mora, donde supuestamente se afirma
que habrían detectado la presencia del viroide Sunblotch en árboles cultivados en suelo costarricense, las
autoridades del Ministerio de Agricultura y Ganadería y del Servicio Fitosanitario
del Estado, SFE, demandan respuestas claras al sector para lograr verificar de
manera oficial esta información y, de ser verídica, proceder con los protocolos
fitosanitarios que exige la situación.
“La denuncia no ha sido
planteada oficialmente ante el SFE, así que tenemos una denuncia a medias, en
la que no se siguieron los procedimientos establecidos. Ellos afirman que un
especialista, quien es el mismo que los ha estado aconsejando en contra de la
medida fitosanitaria tomada por el Servicio, encontró en Costa Rica árboles de
aguacate con síntomas similares a las que causa el viroide, pero no detallan
información sobre el sitio donde recolectaron las muestras, cuándo se tomaron,
ni cómo las tomaron”, manifestó el Director del Servicio Fitosanitario del
Estado, Francisco Dall’Anesse.
El funcionario agregó
que se desconoce bajo qué protocolo actuaron y tampoco se tiene registro de la
salida de esas muestras del país. “No
localizamos el documento de viaje de la muestra, el cual debe incluir la
autorización que por ley debe dar el SFE para sacar muestras y enviarlas al
extranjero”, detalló.
No obstante, ante la
información facilitada por el Ministro Mora, el SFE inició de oficio el
monitoreo y muestreo de plantaciones ubicadas en la zona de Los Santos, donde
se concentra la mayor producción nacional de aguacate Hass. La inspección, realizada por 75 técnicos, se
ampliará a todo el país, y concluirá en unas dos semanas. Se recogerán muestras
y se analizarán en laboratorios del SFE, y algunas se podrían enviar a Corea o
a Estados Unidos, en caso de ser necesario.
“El único interés que
nos mueve es garantizar el patrimonio fitosanitario costarricense. Si la enfermedad estuviera en el país debemos
actuar rápidamente para controlarla”, dijo Dall’Anese, quien agregó que existe
una obligación legal que estaría incumpliendo quien sospeche o sepa de la
existencia de una plaga o enfermedad y no lo reporte de inmediato a las
autoridades fitosanitarias, entidad encargada de verificar bajo protocolos
oficiales la situación y, a la vez, establecer las acciones necesarias. Estos protocolos incluso exigen la destrucción
del material que se encuentre contaminado para evitar la propagación.
“No es de interés del
SFE ni del MAG esconder al pueblo de Costa Rica ni a los agricultores ninguna
enfermedad o plaga que ponga en riesgo nuestra producción. Nuestra
responsabilidad, dada por Ley, es proteger nuestro patrimonio fitosanitario y esto
es lo que vamos a seguir haciendo con la rigurosidad científica y técnica que
el caso amerita”, concluyó el funcionario.
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