Agricultura protegida se consolida en el Caribe gracias a la acción interinstitucional

Carol Solano Calvo y Clara Torres Romero son agricultoras de Cariari de Pococí.  Gracias al trabajo interinstitucional de las entidades del Sector Agropecuario, ellas forman parte de una iniciativa que implementa una novedosa opción productiva en ambiente protegido: las casas sombra.
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Recientemente, se realizó un día demostrativo para dar a conocer los avances y perspectivas de esos proyectos que llevan adelante estas productoras de Coopemujer Maná y sus compañeras.  El trabajo articulado ha permitido la instalación de dos casas de sombra como parte de un proceso de validación tecnológica y de generación de capacidades de las agriculturas quienes trabajan de manera cooperativa las instalaciones productivas.  “Con el aprendizaje realizado, se podrá en algunos meses iniciar la propuesta de crecimiento y la construcción de otras unidades en las parcelas de las señoras que se han involucrado en el proceso”, explicó Francisco Marín Thiel, gerente del Programa Nacional de Agricultura Protegida, ProNAP  del Ministerio de Agricultura y Ganadería, MAG.

“Las evidencias del  trabajo conjunto entre las instituciones y las productoras, así como los planteamientos y el futuro de este proceso en una zona típicamente no-hortícola, provocó además que representantes de INFOCOOP e INDER establecieran la posibilidad de sumarse en apoyo a la organización para complementar el proyecto y sumar contribuciones para impulsar la solidez y el crecimiento de una instancia que genera esperanzas para las familias, fuentes de trabajo y alimentos, así como futuros negocios y espacios para el engrandecimiento de la organización”, agregó Marín Thiel.

El proyecto surgió de una iniciativa del Presidente Ejecutivo del Consejo Nacional de Producción, Carlos Monge, quien solicitó al ProNAP el apoyo técnico especializado para facilitar a las agricultoras una herramienta para mejorar la condición de vida en sus familias, mediante una actividad productiva que desembocaría en oferta de productos hortícolas frescos a la comunidad y el mercado local o institucional. 

El esfuerzo del CNP y el ProNAP facilitó la integración de la asistencia técnica del MAG, mediante los compañeros extensionistas de la Dirección Regional Huetar Caribe, y el apoyo económico del IMAS, gracias al cual se adquirieron los materiales necesarios.  Además, se contó con el apalancamiento de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO, que también ha impulsado proyectos similares en otras zonas del país.


Con mucho trabajo y aún más entusiasmo, doña Clara y doña Carol, junto con sus compañeras, hoy cosechan cebollino, col china, culantro castilla, culantro coyote, lechuga, pepino y vainica.  Más adelante, pretenden cultivar albahaca, apio, berenjena y otras especies.   Y, aunque falta aún mucho por explorar, estas  primeras experiencias las estimulan hacia una acción cargada de aprendizaje, participación en el mercado y  progreso para sus familias.

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