Ganaderos del Pacífico Central apuestan por una ganadería competitiva, con menos costos y responsabilidad ambiental
- INTA realiza investigación con apoyo de Departamentos de Agricultura de Montana y Kansas, EEUU.
- Cruces de “brahaman” con “angus” y “charoláis” permiten obtener animales de mayor peso y carne de excelente calidad.
Con el fin de mejorar la
productividad y calidad del ganado para carne, así como ampliar mercados y
conservar a la vez los recursos naturales, la biodiversidad y la seguridad
alimentaria, el Instituto de Innovación y Transferencia en Tecnología
Agropecuaria (INTA), con la cooperación técnica de los Departamentos de
Agricultura de Kansas y de Montana, de los Estados Unidos de América (EEUU), impulsan un proyecto para el cruce de ganado de la raza
Brahaman (de hatos costarricenses) con las razas Angus Rojo y Charolais (de
origen estadounidense).
Como parte de esta iniciativa, Montana y Kansas donaron 600 pajillas de
semen al INTA, que corresponden a 4 toros élite de cada una de las razas, Charolais
y Angus Rojo, con características específicas de calidad de la carne.
“El
proyecto pretende mejorar la productividad y rentabilidad del sector
ganadero costarricense bajo principios de sostenibilidad ambiental, social y
económica y contempla la participación e interacción de los sectores público y
privado, de manera que se den nuevas oportunidades de inversión y mercados y se
promuevan prácticas sostenibles en sistemas ganaderos”, detalló Jorge Morales
González, investigador del INTA a cargo de proyecto.
Este proyecto de cooperación
técnica inició en el año 2013 y precisamente con el fin de dar a conocer los
primeros avances, el pasado 28 enero se realizó un día de campo en la finca del
productor Eduardo Vargas, localizada en Quebrada Amarilla de Jacó, donde
participaron funcionarios del INTA y productores costarricenses, así como
funcionarios y ganaderos estadounidenses, quienes intercambiaron experiencias y
conocimientos con los nacionales.
Según manifestó Morales González, el
proyecto se ejecuta 10 fincas privadas donde predomina la actividad de cría
para carne y en los Centros Experimentales del INTA.
“La idea es que esas fincas se
conviertan en modelos demostrativos de las tecnologías implementadas, dirigidos
a la adopción, validación, vinculación, capacitación e intercambio de soluciones y
seguimiento de los indicadores productivos, ambientales y socioeconómicos generados”, comentó Morales González.
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