Brote de rabia paralítica bovina en Potrero Grande de Buenos Aires

  • La finca afectada está bajo vigilancia del SENASA.
El Servicio Nacional de Salud Animal (SENASA), del Ministerio de Agricultura y Ganadería, detectó un brote de rabia paralítica bovina, en una finca situada  en Potrero Grande de Buenos Aires, específicamente en el caserío de Cañas, en la Provincia de  Puntarenas, donde ha muerto un  bovino.

Ante esta situación, y con el fin de proteger la salud de los pobladores  y de los animales, el SENASA estableció medidas sanitarias y cuarentenarias en la finca afectada, en la que existe una población expuesta de 190 bovinos. También se realizará captura de vampiros en la zona para bajar la población existente de este mamífero volador, debido a que es el vector de mayor importancia para la transmisión de esta enfermedad.

Además, SENASA realiza investigación epidemiológica en la finca donde se presentaron  los casos y en las fincas vecinas para la búsqueda de nuevos animales afectados. Los animales expuestos (bovinos, equinos y caninos) están siendo protegidos mediante vacunación y se mantiene comunicación con el propietario de los animales afectados y con los dueños de las fincas aledañas.

La rabia es una enfermedad vírica que afecta al sistema nervioso central de los animales de sangre caliente, incluidos los humanos, provoca descoordinación, dificultad para caminar, salivación, parálisis de las patas que impide levantarse, torsión de cuello y por último, la muerte.  Se presenta con cierta periodicidad como parte de la dinámica del ciclo selvático de la enfermedad, por esta razón el SENASA cuenta con protocolos establecidos para responder a estos brotes, los cuales ya se han implementado en otros casos.

SENASA estableció comunicación con las áreas rectoras del Ministerio de Salud de Coto Brus, para proceder a la vacunación de las personas que estuvieron en contacto con estos animales.

Ante el brote, los especialistas recomiendan evitar el contacto con animales enfermos que presenten síntomas nerviosos, enterrar los cadáveres de animales, vacunar los perros y gatos cada año y reportar de inmediato cualquier caso sospechoso a la oficina del SENASA más cercana.

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