Costa Rica impulsa desarrollo de semillas de alta calidad y variedades mejoradas para enfrentar desafíos del sector agrícola
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Lanzamiento de la Política Nacional de Semillas 2017-2030 se realiza con
el objetivo de beneficiar a los agricultores.
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Política contribuirá a la seguridad alimentaria y nutricional del país y
a la adaptación de la agricultura al cambio climático.
Esta tarde, el Ministro Rector del
Sector Agropecuario, Luis Felipe Arauz Cavallini, presentó la Política Nacional
de Semillas 2017-2030 que tiene como objetivo que los productores costarricenses tengan mayor acceso a semillas
de alta calidad y variedades mejoradas, para producir de forma más eficiente y puedan
adaptarse a las condiciones del mercado y a la variabilidad climática.
“Esta
Política es un instrumento orientador que promueve el desarrollo de nuevas
variedades, producción de semillas de alta calidad, mejoramiento genético
mediante el uso de herramientas tecnológicas modernas y convencionales.
Asimismo, fortalecerá la actividad semillerista nacional, impulsando el mercado
sano y equilibrado de semillas que asegure un trato transparente entre los
actores, mediante la generación de información oportuna del sector y el
cumplimiento legal”, señaló el Ministro Arauz Cavallini.
La construcción de la Política surgió
en el 2015 con una iniciativa del Centro para
Investigaciones en Granos y Semillas (CIGRAS) de la Universidad de
Costa Rica, la Oficina Nacional de Semillas y el Ministerio de Agricultura y
Ganadería a través de Secretaría Ejecutiva de Planificación Sectorial
Agropecuaria, con el apoyo técnico de la Organización de las Naciones Unidas
para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Instituto Interamericano de
Cooperación para la Agricultura (IICA).
“A la FAO le complace haber
contribuido en este proceso de construcción participativo e inclusivo, y
afirmamos nuestro compromiso para continuar apoyando la ejecución de esta
valiosa política. La mejora de los cultivos y el suministro de semillas de alta
calidad y variedades seleccionadas para los productores, son necesarios para
garantizar una mejor producción agrícola y satisfacer los crecientes desafíos
ambientales. Por lo tanto, la seguridad alimentaria depende de la seguridad de
las semillas de las comunidades agrícolas”, comentó Octavio Ramírez,
Coordinador Residente de la FAO en Costa Rica.
Este esfuerzo también involucró al
sector privado, público, la academia, la sociedad civil y actores vinculados al
sector semillerista nacional por medio de consultas, para lograr un enfoque
integrador que reúna los intereses de todos los actores, alineado a las
estrategias del sector agropecuario.
“El IICA ve con beneplácito y respalda
totalmente esta política, fruto del esfuerzo liderado por el Ministro Arauz, a
la que el Instituto ha contribuido con acciones como la facilitación
metodológica, la coordinación y convocatoria de actores, la mediación y el
acompañamiento político, y con lo mejor de nuestros recursos técnicos y
económicos. Es un tema trascendental que marca un hito y pone a Costa Rica una
vez más en la avanzada de las políticas públicas modernas para promover el
desarrollo sustentable y en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible
promulgado por Naciones Unidas”, expresó Manuel Otero, Director General del
IICA.
Por su parte, Walter Quirós, Director
Ejecutivo de la Oficina Nacional de Semillas señaló la importancia de esta
Política en función del valor estratégico de las semillas ante los desafíos que
enfrenta el sector agropecuario, así como de la evolución que ha tenido la
actividad semillerista nacional y mundial en las últimas décadas. Es necesario
definir dónde estamos y hacia dónde queremos ir en materia de semillas. Cabe
señalar que este instrumento está alineado a la Política del Sector
Agropecuario y de Territorios Rurales, así como a los Objetivos de Desarrollo
Sostenible.
Mediante la Política el Estado apoyará
y regulará la producción y el comercio de semillas de alta calidad, con estándares
internacionales para contribuir a incrementar la productividad y competitividad
agropecuaria. También, se implementarán estrategias específicas para atender
las necesidades de los diferentes estratos de productores.
La Política
define acciones para que los agricultores dispongan de semillas para enfrentar
las condiciones cambiantes del clima como sequías e inundaciones. Además, de
fomentar la disponibilidad de variedades resistentes a plagas y enfermedades.
Asimismo,
contribuirá a la seguridad alimentaria y nutricional del país, al fomento de
trabajo decente y el desarrollo económico, así como a la adaptación y
mitigación del cambio climático y a la consecución de los Objetivos de
Desarrollo Sostenible (ODS).
Por
otro lado, se garantiza que los productores dispondrán de semillas con
variedades evaluadas y con un material genético de alto potencial según los
diferentes sistemas productivos que requieran distintas tecnologías y
consecuentemente diversos tipos de semillas.
También,
se capacitarán extensionistas, regentes agropecuarios entre otros actores en
materia tecnológica y mejoramiento genético para alcanzar las metas propuestas
en innovación y desarrollo.
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