San José, 30 de junio de 2021
(IICA) – Los países de las
Américas llegarán a la Cumbre de Sistemas Alimentarios de la ONU con una
posición consensuada tras extensas jornadas de debates, en las que
definieron principios y mensajes claves que defenderán de forma coordinada
y conjunta en el foro global que buscará establecer compromisos y medidas
para mejorar los sistemas alimentarios del mundo.
La Cumbre fue convocada por el Secretario General de la ONU, Antonio
Guterres, con el objetivo de encaminar al planeta hacia el cumplimiento de
los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), propuestas que buscan crear
un marco de paz y prosperidad para la población global.
La unidad para la acción fue aprobada en la reciente sesión del Comité
Ejecutivo del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura
(IICA), de la que participaron 31 países, que refrendaron una resolución en
la que afirmaron que los productores agrícolas tienen que estar debidamente
representados en la Cumbre y su papel central para la alimentación también
debe ser reconocido.
La posición unificada de los países de las Américas fue consolidada
alrededor 16 mensajes claves y comenzará a plasmarse en Roma, donde en
julio se realizará la Pre-Cumbre del foro global. Esos principios están
incluidos en el documento “ Principales mensajes en camino
hacia la Cumbre de la ONU sobre Sistemas Alimentarios, desde la perspectiva
de la agricultura de las Américas” ,
que los países hicieron propio a partir de un trabajo coordinado por el
IICA.
El documento contiene 16 mensajes clave sobre el papel irremplazable de la
agricultura. Esos mensajes resaltan que los productores agropecuarios y los
trabajadores de los sistemas alimentarios son un eslabón imprescindible y
central, y que sin producción agropecuaria no hay materias primas para
transformar en alimentos.
Los mensajes, además, destacan a la agricultura como una actividad
fundamental para erradicar la pobreza, impulsar el desarrollo rural y
proteger el medio ambiente.
La Pre-Cumbre sobre Sistemas Alimentarios se realizará entre el 26 y el 28
de julio en Roma con la participación del IICA, que integra la Red de
Campeones de Cumbres -una de las estructuras organizativas del foro- a la
que se sumó en calidad de representante de los sectores agrícola y rural de
América del Norte y América Latina y el Caribe.
El IICA propuso establecer como principios generales que los productores
agropecuarios deben estar debidamente representados; que las decisiones y
las políticas que se adopten deben estar basadas en ciencia; y que la
agricultura es parte de la solución de los principales desafíos que
enfrenta la humanidad.
A partir de ellos se redactaron mensajes clave que fueron modificándose de
acuerdo a contribuciones recibidas durante un exhaustivo proceso de
discusión, y fueron agrupados en cuatro categorías: transformación de los
sistemas agroalimentarios; demanda de los consumidores y aspectos
nutricionales; estrategias de producción y asuntos ambientales y el rol de
las Américas.
Estos son los 16 mensajes clave que los países de las Américas
llevarán a la Cumbre sobre Sistemas Alimentarios
Sobre la transformación de los sistemas agroalimentarios
Mensaje 1. A lo largo de las últimas décadas,
los sistemas alimentarios mundiales han enfrentado mayormente con éxito la
creciente demanda de alimentos, resultante del incremento poblacional y el
aumento del ingreso per cápita. Sus futuras transformaciones, por lo tanto,
deben partir de sus demostradas fortalezas y de las contribuciones ya
realizadas.
Mensaje 2. Los productores agropecuarios y
los trabajadores de los sistemas alimentarios son un eslabón imprescindible
y central. Sin producción agropecuaria, no hay materias primas que se
transformen en alimentos y, por lo tanto, se pone en serios riesgos la
seguridad alimentaria. Además, la agricultura es central para la
erradicación de la pobreza, el desarrollo rural y brinda servicios
ecosistémicos claves para el logro de sistemas alimentarios sostenibles.
Mensaje 3. La transformación de los sistemas
alimentarios globales debe ser equilibrada en relación con los siguientes
atributos: capacidad de aumentar la producción y variedad de alimentos;
sanidad e inocuidad; diversidad y calidad nutricional; y sostenibilidad
ambiental, económica y social. Se reconoce que no existe un modelo único y
los equilibrios y trade-offs serán distintos en cada país y subregión, por
lo que importa que las transformaciones se lleven a cabo gradualmente según
las responsabilidades, realidades y las particularidades de cada uno,
garantizando que no quede nadie atrás.
Mensaje 4. El comercio internacional abierto,
transparente y previsible es central para un sistema alimentario global
eficiente y debe regirse por la normativa multilateral, con el fin de
promover la liberalización agrícola y reducir las restricciones
arancelarias y no arancelarias. Es fundamental que el sistema multilateral
desempeñe un rol cada vez más activo para limitar y reducir la distorsión
del comercio y la producción y velar por la adopción y aplicación de
medidas sanitarias y fitosanitarias basadas en ciencia.
Sobre la demanda de los consumidores y aspectos nutricionales
Mensaje 5. Las decisiones sobre qué consumir
deben dejarse al consumidor que toma sus decisiones basado en factores
históricos, culturales, de acceso y de disponibilidad, entre otros, que
debe ser respetado. El Estado debe educar e informar sobre dietas
saludables, así como desarrollar campañas de prevención en resguardo de la
salud pública, fundamentadas en información actualizada y evidencia
científica.
Mensaje 6. Proteínas de alta calidad,
carbohidratos (cereales y azúcares), grasas y alimentos fortificados y
biofortificados para alcanzar una dieta equilibrada y nutritiva que
contribuya a la salud humana.
Mensaje 7. El deseable y necesario aumento
del consumo de frutas, legumbres y hortalizas solo será posible mediante un
notable esfuerzo en la producción y educación de la población para el
consumo de dichos productos y en la logística para su comercialización, el
cual los hará más competitivos y accesibles, especialmente en favor de los
consumidores de menores ingresos.
Mensaje 8. Implementar sistemas de producción
sostenibles dentro de esquemas de “una sola salud” u otros que agreguen
beneficios de salud pública a lo largo de toda la cadena de valor es una
estrategia útil para desarrollar sistemas agroalimentarios que optimicen
los resultados sanitarios reconociendo la interconexión entre las personas,
los animales, las plantas y el entorno que comparten.
Sobre las estrategias de producción y asuntos ambientales
Mensaje 9. Los nuevos escenarios de la
ciencia y la tecnología representan una oportunidad estratégica para
avanzar hacia una agricultura más productiva y sostenible, gracias a que
posibilitan mayores niveles de precisión y eficiencia. La economía circular
y la bioeconomía, que implican un enfoque en el uso eficiente de los
recursos (incluida la intensificación sostenible de la producción) y la reducción
y reutilización de los desperdicios de la producción agropecuaria para la
producción de otros bienes, y la inversión en investigación y desarrollo
(I+D) son elementos claves en este nuevo escenario.
Mensaje 10. Los sistemas de producción de
alimentos son particularmente vulnerables a los efectos adversos del cambio
climático. Los desafíos que impone el cambio climático hacen imprescindible
centrar los esfuerzos en la adaptación, a fin de garantizar la resiliencia
del sistema y mantener la producción necesaria para la seguridad
alimentaria. La producción agropecuaria debe avanzar hacia sistemas
sostenibles que propicien un balance entre la emisión de carbono y su
captura y que consideren las externalidades positivas resultantes de los
servicios ecosistémicos, para lo cual se requieren sistemas que los
cuantifiquen y que propicien su capitalización. Las nuevas tecnologías
contribuyen a la armonización de la producción agropecuaria con la salud
del ambiente y los ecosistemas, aspecto indispensable para su resiliencia.
Mensaje 11. Lograr un sistema alimentario más
equilibrado y eficiente requerirá un plan de inversiones para el desarrollo
de tecnología e infraestructura de producción, transporte y logística de
gran magnitud. Para que estas inversiones se hagan efectivas, es necesario
que los países diseñen y ejecuten planes estratégicos de mediano plazo que
permitan desarrollar alianzas público-privadas. Los Estados deben invertir
en infraestructura básica y bienes públicos, sobre los cuales luego los actores
privados puedan destinar sus inversiones. Estos esfuerzos exigirán un
importante apoyo de la cooperación y el financiamiento internacionales.
Sobre el rol de las Américas
Mensaje 12. Las Américas contribuyen a la
seguridad alimentaria y nutricional global, al ser la principal región
exportadora de alimentos y la mayor proveedora de servicios ecosistémicos y
reserva de biodiversidad. Además, desempeña un rol fundamental en la
sostenibilidad ambiental y en la mitigación de los efectos del cambio climático
a escala mundial.
Mensaje 13. Para que la agricultura
contribuya a lograr los equilibrios globales, se requerirán políticas de
inclusión productiva y protección social orientadas a asegurar la
sustentabilidad social y económica, y a atender las carencias que enfrentan
los sectores más vulnerables en los territorios rurales. Estas políticas
deberán ser transversales al conjunto de los productores y prestar especial
atención a las necesidades de la agricultura familiar, la juventud, las
mujeres rurales y los pobres rurales e indígenas.
Mensaje 14. Los productores agropecuarios
están en el centro de los sistemas agroalimentarios de las Américas, con
una gran diversidad de sistemas y planteamientos productivos, incluyendo la
agricultura familiar. Es esencial, por lo tanto, que participen en el
debate y el diseño de las estrategias diferenciadas a implementar.
Mensaje 15. El Caribe requiere una mirada
particular, al ser una subregión dependiente de las importaciones de
alimentos, afectada frecuentemente por desastres naturales y el cambio
climático e integrada por Estados insulares de menor escala y
competitividad agrícola. Fortalecer la resiliencia frente a los eventos
climáticos, reducir los niveles de inseguridad alimentaria y aplicar
enfoques de cooperación internacional y financiamiento para hacer frente a
los nuevos modelos son prioridades por considerar especialmente en el
Caribe Oriental y Haití.
Mensaje 16. La situación de inseguridad
alimentaria con implicaciones sociales, económicas y ambientales que
afectan al Triángulo Norte Centroamericano merece una atención especial.
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