· La plaga no ha llegado a otras poblaciones o regiones del país.
· Barrido que se realizó en el mes de junio no detectó individuos vivos en el área delimitada para su contención.
· Aporte del OIRSA ha sido fundamental.
Según las autoridades del Servicio Fitosanitario del Estado (SFE) del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), no se ha observado presencia del caracol gigante en otras áreas cercanas al punto inicial donde apareció el molusco, lo que demuestra que la plaga no ha logrado dispersarse y se mantiene dentro del área de contención.
En el área delimitada donde apareció el foco (en Curubandé en Liberia-Guanacaste) las poblaciones se han mantenido bajas e inclusive en las inspecciones del mes de junio no se detectaron individuos vivos, sin embargo, la vigilancia es permanente especialmente porque la época lluviosa tiene las condiciones favorables para el caracol, afirmó Gerardo Granados, jefe de Operaciones Regionales.
Según los datos del SFE en el año 2020 hubo 7363 hallazgos de caracoles (entre masas de huevos, caracoles vivos y conchas vacías) y para el año 2021 estos hallazgos disminuyeron a 1874. Con lo que respecta al 2022 entre abril-junio se observó poca presencia de caracoles vivos en el área de contención (3 caracoles medianos, 9 caracoles grandes y 29 conchas) y en el barrido general que se realizó la semana del 13 al 17 de junio de este año no se encontraron individuos vivos, sino únicamente nueve conchas que quedaron como remanentes de controles anteriores.
El funcionario resaltó la importancia de la declaratoria de emergencia nacional para la prevención y control del caracol gigante por parte de Costa Rica, así como la declaratoria de emergencia regional por parte del Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (OIRSA), el año pasado, lo que permitió recibir donaciones del Fondo de Emergencia de ese organismo por un monto de $105.000 con fines de erradicación de la plaga.
Con este aporte económico se logró contratar servicios e insumos para un mejor control de la Plaga como: eliminación de malezas y aplicación de plaguicidas, confección de fosas para la disposición de los caracoles recolectados y residuos (vegetales y escombros), servicios de mantenimiento de maquinaria y equipo, compra de insumos, materiales, herramientas y equipo de protección personal, así como, confección de mantas, plegables y rótulos para carreteras, entre otras cosas.
Las
autoridades consideran que los logros son el resultado de un esfuerzo conjunto
entre las autoridades fitosanitarias, el OIRSA, la población y los medios de
comunicación que han permitido llegar con mensajes oportunos a la ciudadanía.
En Escazú, en mi casa he tenido y se comen mis hortalizas.
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