· Capacitación es parte de los esfuerzos del MAG por fortalecer las capacidades del personal técnico para enfrentar los desafíos críticos en la gestión de plaguicidas.
El Ministerio de Agricultura y Ganadería de Costa Rica (MAG) junto al Servicio Fitosanitario del Estado y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) han unido esfuerzos para capacitar al personal técnico costarricense, con el objetivo de mejorar el sistema de registro de plaguicidas en Costa Rica para proteger los cultivos, la salud de las comunidades y la biodiversidad.
Con ese fin, se realiza en
San José un taller, del 4 al 8 de noviembre, en el que participa personal
experto y personal técnico especializado de diversas instituciones
costarricenses, para compartir conocimientos y experiencias exitosas sobre la
regulación de plaguicidas y la implementación del Convenio de Rotterdam en el
país.
De parte de FAO, participan
Baogen Gu, jefe del departamento de manejo de plagas y plaguicidas de la FAO.;
Ye Guibiao, del departamento de Manejo Integrado de Plagas y Plaguicidas de la
Organización, y Mario Yarto, Oficial de Agricultura de la Secretaría del
Convenio de Rotterdam-FAO. También participan Carles Escriva, especialista en Asuntos
Regulatorios del Instituto Federal de Seguridad y Salud en el Trabajo de
Alemania, y Carmen López Goti, experta evaluadora de equivalencias de
sustancias técnicas, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de
España; así como funcionarios de las autoridades nacionales relacionadas con el
registro de plaguicidas de Chile, México, Paraguay y Panamá.
Según mencionó el ministro
Víctor Carvajal Porras, este taller no solo es un compromiso con el registro de
nuevas moléculas sino también con el uso correcto de plaguicidas. “Durante una
visita a Roma el año anterior, junto con los expertos de FAO en registro de
plaguicidas, se coincidió en la oportunidad de desarrollar un taller regional
donde se pudiera abarcar, al más alto nivel de conocimiento, la temática del
registro de agroquímicos. En Costa Rica estamos liderando importantes esfuerzos
para registrar nuevas moléculas de agroquímicos, reconociendo su papel en la
agricultura moderna”, declaró el jerarca.
Actualmente, Costa Rica ha
demostrado un compromiso firme con la sostenibilidad y la protección de la
biodiversidad. El registro de nuevas moléculas contribuye a una producción
agrícola que minimiza el impacto ambiental y protege la salud humana.
“El avance en el desarrollo
de estas nuevas moléculas responde, además, a la necesidad de adaptarnos al
cambio climático. Los patrones climáticos cambiantes traen consigo nuevos
desafíos para la agricultura, y las nuevas moléculas permiten una respuesta más
rápida y eficaz ante las plagas y enfermedades emergentes”, comentó Andrea
Padilla, representante asistente de programas de la FAO en Costa Rica.
Las personas participantes compartirán
sobre experiencias de cada país en el diseño de políticas y marcos legales para
la regulación y gestión de plaguicidas, la utilización del kit de herramientas
de la FAO con metodologías de valoración de riesgos y mecanismos de intercambio
de datos.
“La FAO apoyará a Costa Rica
fortaleciendo capacidades nacionales para el manejo de plaguicidas con un
enfoque de ciclo de vida, con el objetivo de proteger la salud vegetal, del ser
humano y del medio ambiente y promoviendo una transformación hacia el desarrollo
sostenible”, enfatizó Baogen Gu.
Finalmente, la capacitación
promueve mecanismos para evaluar los expedientes de plaguicidas y conocer más a
fondo las implicaciones del Convenio, particularmente
la aplicación de los artículos 11 y 12 del mismo, sobre obligaciones relativas
a la exportación de productos químicos y las notificaciones de exportación,
respectivamente. Este intercambio de conocimientos
fortalece las capacidades
colectivas para avanzar hacia una agricultura más segura y sostenible, que no
solo proteja los cultivos, sino también la salud de las comunidades y la riqueza
del entorno natural.
El Convenio de Rotterdam es
un tratado internacional, especializado en el ámbito de gestión de productos
químicos y plaguicidas, que facilita los procesos nacionales de decisión e
información sobre la importación y exportación de sustancias químicas que
pueden afectar la salud humana y del medio ambiente. Fue aprobado en 2009 por
la Asamblea Legislativa de Costa Rica.
“Mediante el apoyo de la Secretaría
del Convenio de Rotterdam de la FAO, se brinda apoyo y asistencia técnica a los
países en la caracterización de las actividades, roles, oportunidades y
responsabilidades que desempeñan las entidades públicas y privadas para
implementar adecuadamente el Convenio”, señaló Mario Yarto.
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