Con la implementación de las biofábricas, productores de la Región Huetar Norte impulsan una agricultura más sostenible y amigable con el ambiente
La Dirección Regional de Desarrollo Huetar Norte del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), a través de sus Agencias de Extensión Agropecuaria (AEA), continúa fortaleciendo las capacidades de las personas productoras de la región mediante la implementación de módulos de formación en producción sostenible y orgánica.
El
pasado 9 de mayo se llevó a cabo el tercer módulo de talleres con un grupo de
25 mujeres productoras de la AEA de Río Frío. Posteriormente, el 21 de mayo, se
desarrolló el primer módulo de talleres dirigido a un grupo de 43 productores
agropecuarios de Pital, en coordinación con el equipo de EBALAC.
Ambas
actividades se realizaron en la Biofábrica de la AEA de Pital, donde las
productoras de Río Frío se trasladaron para participar en la elaboración de
bioinsumos como biol multimineral, ácidos húmicos, y el insecticida orgánico
conocido como Reina de la Noche, entre otros. Por
su parte, los participantes de Pital iniciaron procesos de recolección y
reproducción de microorganismos de montaña, así como la producción de silico
sulfocálcico, esenciales para mejorar la salud del suelo y la productividad
agrícola.
Estas acciones forman parte de
una estrategia integral impulsada por el MAG para aprovechar los recursos
disponibles en las biofábricas regionales y promover prácticas agropecuarias
más saludables, amigables con el ambiente, microbiológicamente activas y
económicamente rentables. Las biofábricas instaladas en las distintas agencias
de la Dirección Regional Huetar Norte cumplen un papel clave en la capacitación
técnica de las personas productoras interesadas en transitar hacia modelos
sostenibles de producción.
Este
esfuerzo refleja el compromiso del Ministerio con una agricultura en armonía
con el medio ambiente, alineada con las políticas de mitigación del cambio
climático y resiliencia ante sus efectos. Con estas iniciativas, también se
impulsa un cambio de mentalidad en las formas de producir, orientado a
prácticas más sostenibles, conscientes y rentables para las familias
productoras de la región.
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