• Prácticas contribuyen con la captación de carbono y reducción de las emisiones de gases efecto invernadero.
Su ingenio y el apoyo de personal técnico del Ministerio de Agricultura, le permitieron a un productor de Pavones de Turrialba, incrementar sus ganancias y disminuir los costos de alimentación de sus animales vacunos y caprinos, con sólo implementar en su finca cultivos forrajeros. Además, con las buenas prácticas agrícolas que aplica contribuye con la captación de carbono y en la reducción de las emisiones de gases efecto invernadero.
“Esta es una finca de 11 hectáreas de extensión que adquirí hace 20 años. Desde el inició soñé en transformarla en una finca integral pecuaria, bajo la modalidad de producción sostenible y limpia. Entre otras cosas, introduje el uso de “morera” y el pasto de corte “King Grass”, que me permitieron sustituir en gran medida el uso de los alimentos concentrados, que representaban un 50% del costo de producción”, comentó el productor Leopoldo Fernández.
Fernández se preocupó por evitar la erosión del suelo de su finca, también por los requerimientos de fertilización que tenía que implementar y el tipo de instalación que debía construir para albergar los animales que conforman su unidad productiva.
En su proceso de convertir su finca en una unidad productiva ecoamigable, este productor turrialbeño transformó el uso que daba a los desechos orgánicos que generaba y a la vez dio valor agregado a los productos primarios, produciendo queso y yogurt, lo que hizo su producción aún más rentable.
Además, creó un sistema de captación de agua de lluvia para utilizarla en sus cultivos forrajeros e implementó un registro de datos de operación y contabilidad de costos de producción..
“Me atrevo a decir que la “morera” es una fábrica de alimentos concentrados, producida en la propia finca. Estoy seguro, que estas prácticas serán mi carta de presentación en un futuro cercano, cuando bajen los aranceles e ingrese leche en polvo del extranjero, para que no me saquen del negocio”, concluyó el productor Fernández.
Gracias al modelo agroforestal caprino intensivo en estabulación recomendado por el Ministerio de Agricultura y Ganadería, 24 de sus cabras dan 2 litros de leche por día, para un total de 48 libros de leche diarios.
El MAG le brinda también capacitación en diversos temas y a través del Servicio Nacional de Salud Animal (SENASA) le da asesoría para que mantenga sus hatos sanos y, por ende, el consumidor obtenga un producto de calidad, inocuo y sano.
Según Francisco Castro, veterinario del MAG en Turrialba, mediante el certificado denominado CVO, se le otorga el permiso de funcionamiento a las fincas pecuarias y se le brinda capacitación para la implementación y construcción de micro queserías.
Si quiere conocer esta experiencia, o bien conseguir semilla de “morera” o sus excelentes productos, puede llamar a los teléfonos 8345-4548 ú 8369-8042, con Leopoldo Fernández. O puede llamar al Gerente del Programa Caprino del MAG, Ing. Álvaro Castro, al teléfono 2232-1949.
Su ingenio y el apoyo de personal técnico del Ministerio de Agricultura, le permitieron a un productor de Pavones de Turrialba, incrementar sus ganancias y disminuir los costos de alimentación de sus animales vacunos y caprinos, con sólo implementar en su finca cultivos forrajeros. Además, con las buenas prácticas agrícolas que aplica contribuye con la captación de carbono y en la reducción de las emisiones de gases efecto invernadero.
“Esta es una finca de 11 hectáreas de extensión que adquirí hace 20 años. Desde el inició soñé en transformarla en una finca integral pecuaria, bajo la modalidad de producción sostenible y limpia. Entre otras cosas, introduje el uso de “morera” y el pasto de corte “King Grass”, que me permitieron sustituir en gran medida el uso de los alimentos concentrados, que representaban un 50% del costo de producción”, comentó el productor Leopoldo Fernández.
Fernández se preocupó por evitar la erosión del suelo de su finca, también por los requerimientos de fertilización que tenía que implementar y el tipo de instalación que debía construir para albergar los animales que conforman su unidad productiva.
En su proceso de convertir su finca en una unidad productiva ecoamigable, este productor turrialbeño transformó el uso que daba a los desechos orgánicos que generaba y a la vez dio valor agregado a los productos primarios, produciendo queso y yogurt, lo que hizo su producción aún más rentable.
Además, creó un sistema de captación de agua de lluvia para utilizarla en sus cultivos forrajeros e implementó un registro de datos de operación y contabilidad de costos de producción..
“Me atrevo a decir que la “morera” es una fábrica de alimentos concentrados, producida en la propia finca. Estoy seguro, que estas prácticas serán mi carta de presentación en un futuro cercano, cuando bajen los aranceles e ingrese leche en polvo del extranjero, para que no me saquen del negocio”, concluyó el productor Fernández.
Gracias al modelo agroforestal caprino intensivo en estabulación recomendado por el Ministerio de Agricultura y Ganadería, 24 de sus cabras dan 2 litros de leche por día, para un total de 48 libros de leche diarios.
El MAG le brinda también capacitación en diversos temas y a través del Servicio Nacional de Salud Animal (SENASA) le da asesoría para que mantenga sus hatos sanos y, por ende, el consumidor obtenga un producto de calidad, inocuo y sano.
Según Francisco Castro, veterinario del MAG en Turrialba, mediante el certificado denominado CVO, se le otorga el permiso de funcionamiento a las fincas pecuarias y se le brinda capacitación para la implementación y construcción de micro queserías.
Si quiere conocer esta experiencia, o bien conseguir semilla de “morera” o sus excelentes productos, puede llamar a los teléfonos 8345-4548 ú 8369-8042, con Leopoldo Fernández. O puede llamar al Gerente del Programa Caprino del MAG, Ing. Álvaro Castro, al teléfono 2232-1949.
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