• Es una de las nueve plagas que incluye el “Plan de acción operativo para el 2012”.
La constante vigilancia de la rata de campo ha permitido detectar a tiempo el aumento de las poblaciones que son una amenaza para caña de azúcar, arroz, piña y otros cultivos de importancia económica. Debido a su impacto, la lucha contra esta plaga está contemplada dentro del “Plan de acción operativo para el manejo de las principales plagas durante el 2012”, según afirmó Elizabeth Ramírez Sandí, jefa del Departamento de Control de Plagas.
“La variación térmica y los cambios en los modelos de precipitación por cambio climático puede provocar una mayor presión medio ambiental, haciendo los cultivos más vulnerables a las plagas, es por eso que el SFE estableció el Plan de Acción, el cual contempla las principales plagas, entre las que se citan la rata de campo, langosta voladora, bacteriosis (Acidovorax avenae), moscas blancas, áfidos y thrips, detalló Ramírez.
Con respecto a la rata de campo, es importante que las poblaciones de roedores se mantenga bajo una constante vigilancia, con el propósito de tomar las medidas correctivas oportunamente, al fin de evitar daños significativos en los cultivos”, agregó la funcionaria.
En las fincas donde se reporta la presencia de la plaga se realizan trampeos sistemáticos para determinar el porcentaje de captura. Las medidas de control permiten evitar que las poblaciones de ratas se vuelvan incontrolables y provoquen pérdidas económicas.
La especie que principalmente afecta los cultivos es la Sigmodon hispidus, su importancia se debe a que provoca daño en muchos cultivos y que presenta ciclos poblacionales altos cada cuatro o cinco años, además que se encuentra distribuida en todo el territorio nacional. La rata adquiere estatus de plaga cuando las poblaciones aumentan de tal forma que perjudican económicamente los cultivos.
La constante vigilancia de la rata de campo ha permitido detectar a tiempo el aumento de las poblaciones que son una amenaza para caña de azúcar, arroz, piña y otros cultivos de importancia económica. Debido a su impacto, la lucha contra esta plaga está contemplada dentro del “Plan de acción operativo para el manejo de las principales plagas durante el 2012”, según afirmó Elizabeth Ramírez Sandí, jefa del Departamento de Control de Plagas.
“La variación térmica y los cambios en los modelos de precipitación por cambio climático puede provocar una mayor presión medio ambiental, haciendo los cultivos más vulnerables a las plagas, es por eso que el SFE estableció el Plan de Acción, el cual contempla las principales plagas, entre las que se citan la rata de campo, langosta voladora, bacteriosis (Acidovorax avenae), moscas blancas, áfidos y thrips, detalló Ramírez.
Con respecto a la rata de campo, es importante que las poblaciones de roedores se mantenga bajo una constante vigilancia, con el propósito de tomar las medidas correctivas oportunamente, al fin de evitar daños significativos en los cultivos”, agregó la funcionaria.
En las fincas donde se reporta la presencia de la plaga se realizan trampeos sistemáticos para determinar el porcentaje de captura. Las medidas de control permiten evitar que las poblaciones de ratas se vuelvan incontrolables y provoquen pérdidas económicas.
La especie que principalmente afecta los cultivos es la Sigmodon hispidus, su importancia se debe a que provoca daño en muchos cultivos y que presenta ciclos poblacionales altos cada cuatro o cinco años, además que se encuentra distribuida en todo el territorio nacional. La rata adquiere estatus de plaga cuando las poblaciones aumentan de tal forma que perjudican económicamente los cultivos.
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