El pasado 11 de febrero funcionarios
del SENASA procedieron a la atención de la denuncia realizada por
parte del Servicio Nacional de Guardacostas en la que alertaban de un
encallamiento de un cetáceo de aproximadamente 4 metros en playa 9 millas,
Moín, en la provincia de Limón.
La
atención a esta denuncia fue realizada en coordinación con Guardacostas y la
Municipalidad del lugar para poder trasladar el animal a un lugar adecuado con
el fin de implementar las medidas de bioseguridad necesarias para proceder a la
recolección de información del individuo así como de patología que incluyó fotografías
del animal y medidas biológicas.
SENASA
ha venido trabajando fuertemente en este tipo de sucesos debido a que a
partir julio del 2013 el gobierno de los
Estados Unidos declaró la alerta internacional de un evento de mortalidad
inusual de cetáceos incluidos delfines nariz de botella y otras especies
con diagnóstico de Morbillivirus. A
partir de ahí se comienza a monitorear en el Golfo de México y demás países del
Caribe a los animales encallados con la colaboración de redes de encallamiento
locales, la Administración Atmosférica y Oceanográfica Nacional (NOAA),
Universidad de Illionois, Centro de Control de Enfermedades (CDC), Departamento
de Salud Estatal, Servicio de Parques
Nacionales y el Departamento de Agricultura (USDA) del gobierno de los Estados
Unidos.
Desde
el año 2004, en la costa del Caribe de Costa Rica solamente se han atendido 2
reportes de encallamiento de cetáceos, que correspondieron a la especie de
Cachalote (Physeter macrocephalus).
En
este caso representa el primer individuo de la familia Ziphiidae confirmado
para el Caribe de Costa Rica, lo que aumentó de 8 a 9 las especies confirmadas
como presentes en el caribe nacional de las 29 estimadas.
Al
ser una especie rara de observar aún en vida libre a nivel mundial, los primeros
diagnósticos a descartar serán
Morbillivirus y Brucelosis ya que
es inusual que esta especie llegue a la costa a encallar. Se espera contar con
los resultados en los próximos días.
SENASA
hace un llamado a los habitantes de las
zonas costeras del Caribe que continúen reportando casos de encallamientos para
poder tener mayor información y poder aseverar si se trata de un caso aislado
de encallamiento o si están relacionados con algún patógeno en particular.
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