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Una alternativa sencilla y accesible,
conocida como “camas y mesas biológicas”, podrían disminuir la contaminación.
Las camas y mesas biológicas son estructuras efectivas para
acumular, retener y degradar microbiológicamente los excedentes de mezcla, así
como los de
rrames de plaguicidas producto del enjuague y lavado del equipo de
aplicación, los cuales son depositados en estas estructuras evitando con ello
la contaminación del suelo y agua.
“Usualmente el productor agrícola realiza la preparación de
las mezclas de plaguicidas, el llenado de los equipos de aplicación y el
enjuague de los mismos en el sitio donde se ubica la fuente de agua dentro de
su finca. Estudios han demostrado la
presencia de altas concentraciones de residuos de agroquímicos como
consecuencia de dichas prácticas, es por eso que se está trabajando en el
sistema de camas y mesas biológicas para minimizar el impacto de contaminación
del suelo y agua”, afirmó Luis Ángel González, funcionario del Departamento de
Operaciones Regionales, del Servicio Fitosanitario del Estado (SFE).
Este nuevo sistema lo implementa el SFE con productores de
Zarcero y con el apoyo de la Fundación Limpiemos Nuestros Campos. Actualmente
se está trabajando en las parcelas de Juan Antonio Rodríguez Vargas y de
Oldemar Solís Rojas, ubicadas en San Rafael de Zarcero, con el propósito de
extender la experiencia a otras parcelas.
A corto plazo, como plan piloto, se desarrollará esta
experiencia en el asentamiento Yesenia Zamora ubicado en Palmira de
Zarcero. Se espera la participación de
alrededor de 20 productores en cuyas parcelas se confeccionarán cerca de 17
camas y 3 mesas biológicas. En este proyecto participará además el Instituto
Regional de Investigación en Sustancias Tóxicas (IRET) de la Universidad
Nacional (UNA), Instituto de Desarrollo Rural (INDER), Agencia de Servicios
Agropecuarios (ASA) y La Fundación Limpiemos Nuestros Campos (FLNC).
“Nosotros estamos constantemente trabajando con los productores
en Buenas Prácticas Agrícolas (BPA), en el uso adecuado de los plaguicidas. Lo
de las camas y mesas biológicas es una iniciativa más para reducir los riesgos
de contaminación, estamos echando mano a tecnologías que se usan en otros
países como Suecia y Guatemala.”, agregó González.
“Para nosotros es un proyecto novedoso, como productores no
hemos estado atentos a esos detalles, sin embargo nos hemos ido percatando de
la importancia que tiene”, afirmó, Juan
Antonio Rodríguez Vargas.
A su vez, Oldemar
Solís Rojas, comentó que hay mucha conciencia en cuanto a la contaminación de
aguas y suelo, citó como ejemplo que antes era fácil pescar trucha en los ríos
“se podían sacar con las manos, hoy en día ya no se ven”, afirmó.
¿Cómo se hace una cama o mesa biológica?
La estructura es muy simple, en el caso de las camas se hace
un hoyo en el suelo y para las mesas lo que se usa son estañones. Esta última
es ideal para productores que tienen pequeñas áreas y aplican poco plaguicida.
En ambos casos se le pone al fondo una capa de arcilla de 10 cm de espesor, el
resto se rellena con una mezcla que contiene un 25% de abono orgánico, un 25%
de broza y un 50% de paja de maíz, arroz u equivalente, finalmente una capa de
tierra y se le siembra zacate encima (será un indicador de la humedad). En
forma natural este material es descompuesto por hongos como el llamado “hongo
de pudrición blanca” (Phanerochaete chrysosporium), cuyo sistema enzimático
logra degradar los plaguicidas.
El tamaño de la cama o mesa depende de la intensidad con que
se usan los plaguicidas La cama o mesa biológica debe tener la superficie suficiente para que cualquier derrame que
ocurra al momento de hacer la mezcla, llenado y lavado del equipo, caiga sobre
ella.
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