- Más
de ¢1.600 millones se dirigen a la región Pacífico Norte y cerca de ¢1.000
millones al Pacífico Central.
- Recursos se destinarán a la compra de semillas de
diferentes cultivos, fertilizantes, fungicidas, herbicidas, almácigos de
café, pacas, melaza, minerales,
concentrados y azúcar para las abejas, que se entregarán en el mes de
junio
- SENASA
inicia rastreo para conocer estado del ganado en la zona Pacífico Central
y Chorotega.
Con el fin de
apoyar a los productores de la regiones Chorotega y Pacífico Central, ante la
afectación provocada por El Niño, el Ministerio de Agricultura y Ganadería
(MAG) trabaja arduamente en coordinación con la Comisión Nacional de
Emergencia (CNE), para ejecutar cuatro
planes de inversión por ¢2.600 millones, dirigidos a productores agrícolas y
pecuarios de esas zonas del país. Estos recursos son parte de los ¢9.500
millones aprobados para el sector agropecuario, mediante el decreto de
emergencia que el Poder Ejecutivo emitió el año pasado, para mitigar el impacto
del fenómeno meteorológico.
Según
manifestó el Director de Extensión Agropecuaria del MAG, Felipe Arguedas
Gamboa, “la idea es ayudar a los productores a levantarse de esta afectación y
a la vez fortalecer la seguridad alimentaria del país”. Para ello, se iniciaron los procesos
administrativos para la compra de semillas, fertilizantes, fungicidas,
herbicidas, almácigos de café, pacas, melaza,
minerales, concentrados, y azúcar para las abejas, entre otros insumos que se
entregarán en el mes de junio, según
identificación y selección realizada por el personal del MAG y
las organizaciones, en las zonas afectadas.
Además, debido
al incremento de temperaturas en Guanacaste, el Servicio Nacional de Salud
Animal, SENASA, junto con personal de Extensión del MAG, iniciarán un rastreo en campo para verificar
la situación del ganado y otros animales que se han podido ver afectados por
este fenómeno, especialmente en Guanacaste.
“La
disminución de las lluvias ocasiona una merma en los rendimientos, pérdida de
cultivos, disminución de la floración, aumento de enfermedades y plagas,
pérdida de frutas por fuertes vientos, con la consecuentes disminución de la productibilidad
y rentabilidad de las unidades productivas”, agregó Arguedas.
El Ministro de
Agricultura y Ganadería, Luis Felipe
Arauz Cavallini, visitará este viernes 29 de mayo Santa Cruz de Guanacaste,
dónde se reunirá con ganaderos para informarles de los avances e impactos de
estas y las futuras inversiones previstas.
El ENOS
produce efectos importantes en el comportamiento del tiempo y sus impactos son
notorios a escala global. Su ocurrencia
ha incidido de varias maneras en Costa Rica, produciendo sequías generalizadas
en el Pacífico, mientras que en el Caribe se registran lluvias intensas.
Desde inicios
de 2014, el MAG inició un proceso de advertencia y capacitación dirigido a los
productores agropecuarios, sobre la posibilidad del desarrollo de un fenómeno
ENOS, y ha venido trabajando muy de cerca con agricultores y ganaderos para que
tomen medidas de mitigación.
A finales de
2014, el Ministerio destinó cerca de ¢100 millones de su presupuesto ordinario
para adquirir más de 12 mil pacas de heno, 75 tanques de agua, 30 picadoras de
pasto forrajero, 19 bombas eléctricas sumergibles, 1000 rollos de poliducto
para usar en riego, plástico para confección de ensilajes y embalses de
agua, entre otros insumos que fueron distribuidos entre 600 productores
agrícolas y ganaderos de los 11 cantones de la provincia de Guanacaste.
Adicionalmente,
SENASA inició en marzo anterior la ejecución de ¢600 millones
provenientes de su fondo acumulativo de emergencias sanitarias, para atender
los daños registrados en la producción ganadera, pesquera y apícola de
los cantones afectados por la sequía.
Con los recursos de SENASA están siendo también atendidos los productores pecuarios de los cantones de Oreamuno,
Alvarado, Jiménez y Turrialba de la Provincia de Cartago, donde la
afectación se da por exceso de humedad y saturación del suelo. Las acciones del
SENASA están dirigidas al
fortalecimiento de la vigilancia epidemiológica, para la atención de eventuales
casos clínicos en procura del bienestar animal y el desarrollo de tecnología en
forrajes hidropónicos, así como para la alimentación de emergencia que incluye
forrajes, suplementos energéticos y proteicos.
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