Los productores de banano, dátiles y
plátano se unen a los caficultores y ganaderos en el compromiso por producir de
una forma más comprometida con el ambiente y con buenas prácticas que les
permitan mitigar y adaptarse al cambio climático. Así se anunció este jueves,
en el Ministerio de Agricultura y
Ganadería, durante la presentación de los lineamientos para el diseño e
implementación de la Estrategia de Producción de Musáceas Bajas en Carbono,
Resilientes y Adaptadas al Cambio Climático para Costa Rica (EPMBC).
“Mediante esta estrategia, los
pr
oductores de musáceas implementarán acciones que contribuyan de manera directa con la mitigación, resiliencia y adaptación el cambio climático a nivel de la producción primaria, empaque y transporte a los mercados; y por otro lado, desarrollarán capacidades para insertarse y mantenerse en mercados cada vez más competitivos y exigentes en cumplimientos ambientales”, expresó Ivannia Quesada Villalobos, Viceministra de Agricultura, quien agregó que Costa Rica sigue siendo pionero y le demuestra al mundo que sí se puede producir de manera eficiente y amigable con el ambiente.
Por su parte, Sergio Laprade,
Coordinador de Responsabilidad Social y Ambiental de CORBANA, destacó la
importancia de diferenciar el producto costarricense en los mercados externos
que son muy competitivos, mediante prácticas sostenibles que no son nuevas para
el Sector. “Costa Rica tiene ya la primera
finca bananera carbono neutral, que pertenece a CORBANA; tenemos una Comisión Ambiental Bananera que
impulsa un modelo de producción responsable y sostenible con enfoques de Agua
Reciclaje, Protección de bosques y Auditorías ambientales, y contamos con la
denominación geográfica”, agregó.
La Estrategia de Producción de
Musáceas Bajas en Carbono corresponde a
una política pública e incluye el diseño e implementación de la NAMA Musáceas,
como un instrumento de métrica nacional que permita sustentar los inventarios
nacionales de GEI (Gas Efecto Invernadero) y el cumplimiento de las NDC
(Contribuciones Nacionalmente Determinadas) a los cuales se comprometió Costa
Rica al firmar el Acuerdo de París.
Entre las metas previstas están:
·
Identificar,
promover y transferir tecnologías de producción bajas en emisiones en el sector
agropecuario.
·
Mejorar
la capacidad de adaptación de los productores agropecuarios
·
Consolidar
sistemas de información para evaluar vulnerabilidades de territorios,
ecosistemas, sistemas productivos, sistemas de asentamientos humanos y mejorar
la gestión para la adaptación
·
Consolidar
un sistema de información para mejorar la métrica de cuantificación de
emisiones de GEI de distintos sectores, entre otros.
En Costa Rica se estima que hay más
de 50 mil hectáreas cultivadas de musáceas y unas 6 mil familias de pequeños
productores dedicadas a la actividad.
El proceso de diseño e implementación
de la Estrategia se tomará alrededor de cuatro años y estará acompañado y
ejecutado por las organizaciones del sector privado a nivel productivo y
comercial.
“Lo importante de esta Estrategia, es
pone en común los objetivos públicos y privados para el desarrollo de la
producción y comercialización de musáceas de forma climáticamente inteligente,
en beneficio del país”, añadió la Viceministra Quesada Villalobos.
Comentarios
Publicar un comentario