Rumbo hacia la descarbonización. Hato ganadero de Costa Rica aumenta por segundo año consecutivo

·         Hato ganadero aumentó del 2014 al 2018 en 303.362 animales.

·         Encuesta agropecuaria refleja que después de 30 años de reducción del hato nacional, por segunda vez consecutiva se da un incremento en el número de animales.

·         Producción nacional se intensifica en la misma área de pastos del 2014.

En nuestro país, el hato bovino pasó de 1.497.551 cabezas, en el 2017, a 1.582.179 en el 2018.  Así se refleja en los resultados de la Encuesta Nacional Agropecuaria (ENA), publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) el martes 3 de diciembre.

De igual manera, estas cifras se mantienen por encima de los datos revelados en el Censo Nacional Agropecuario 2014 (CENAGRO), que señala que en ese año el hato bovino en Costa Rica, era de 1.278.817. Esto representa el segundo incremento en el hato en un periodo de 30 años.

“Estos incrementos concuerdan con los escenarios de la Estrategia para el Desarrollo de la Ganadería Baja en Carbono 2015-2034 (EDGBC) que promueve el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).   Además, es importante señalar que el área de pasturas del país no creció, la misma se mantiene estable, lo cual concuerda con la política de estado de intensificación de la producción, haciendo un mejor uso de los recursos existentes, de forma más rentable y eco competitivamente”, resaltó Jorge Segura, Coordinador del Programa de Ganadería del MAG.

Según datos oficiales, en el país hay alrededor de 1.100.000 hectáreas dedicadas al manejo de pasturas y millones de kilómetros de árboles en cercas vivas.  Además, los ganaderos costarricenses cuidan y conservan alrededor del 18% del territorio nacional en bosques fuera de las áreas de protección del Estado (25% de Costa Rica), además se cuenta como mínimo con 18 millones de árboles dispersos en potreros.

La intensificación sostenible de la producción en un área menor es fundamental para el productor nacional que aprovecha de mejor manera sus pastos y forrajes, recurre menos a alimentos concentrados importados, y reduce sus emisiones, en un proceso continuo de adaptación al cambio climático. 

Este es precisamente uno de los objetivos del NAMA Ganadería y una meta contemplada en el Plan Nacional de Desarrollo 2019-2022, en el Plan Nacional de Descarbonización 2018-2030 y en las Contribuciones Nacionales Determinadas (NCD por su acrónimo en inglés), que son parte del Acuerdo de París.