· Medidas de mitigación se enmarcan en la Estrategia Nacional de Ganadería Baja en Carbono (EDGBC) y NAMA Ganadería.
La meta es que en el 2022, un total de 1.773 fincas ganaderas apliquen prácticas sostenibles, que permitan una reducción de 39 mil toneladas métricas de carbono.
San José. Mil fincas
ganaderas ubicadas a lo largo del territorio nacional aplican prácticas de
eco-competitividad y sostenibilidad, mitigan los gases de efecto invernaderos
(GEI) y están adaptadas al cambio climático, según datos del Ministerio de
Agricultura y Ganadería (MAG), contabilizados como logros de la Estrategia
Nacional de Ganadería Baja en Carbono, y su principal herramienta, la NAMA
Ganadería.
El ministro de
esta cartera, Renato Alvarado, resaltó que estas medidas de adaptación y
mitigación aumentan “además la rentabilidad en finca, ya que disminuyen costos,
hacen la actividad más resiliente, eficiente y productiva, aumentando los
ingresos de las familias, lo que nos genera una relación de ganar-ganar, que
solo beneficios genera a la producción y al ambiente”.
Como parte del
proceso, en estas fincas se implementan medidas como pastoreo racional,
fertirriego de purines y bioles, cosecha de agua de lluvia, establecimiento de
bancos forrajeros, manejo de registros, mejoramiento de pasturas y ambientes
protegidos, entre otras, con el fin de generar un cambio sustancial en la forma
de producción.
El jerarca del
MAG agregó que la ganadería de Costa Rica es diferente a cualquier otro tipo de
ganadería del mundo, porque conserva el 18% del territorio nacional como
bosques y resguarda más de 20 millones de árboles dispersos en potreros.
“Es un sector
carbono positivo, según datos respaldados por el Programa Nacional de Ganadería
del MAG , que protege las zonas de recarga hídrica abasteciendo de agua a una
gran parte de la población del país. Y
todo lo anterior se logra, sin menoscabo de la rentabilidad y la calidad del
producto”, recalcó el jerarca.
Por su parte, la ministra de Ambiente y Energía, Andrea Meza, como rectora ambiental destacó la labor de las instituciones que trabajan en este proyecto y señaló que, “este proyecto nos muestra que es posible generar empleos de calidad de una manera sostenible y protegiendo nuestros ecosistemas. Como uno de los ejes del Plan Nacional de Descarbonización, las acciones bajas en carbono de la ganadería son clave para alcanzar nuestra visión de bienestar. Felicito a las instituciones del sector ganadero por este hito”, expresó.
NAMA. Es el mecanismo de
implementación de la Estrategia Nacional de Ganadería Baja en Carbono y se
realizará en tres etapas, esperando concluir en el año 2034. La meta a 2022 es convertir 1.773 fincas
ganaderas en unidades más rentables y adaptadas al cambio climático, con un
equivalente en reducción de carbono, CO2, de 39 mil toneladas
métricas.
La estrategia es
liderada por el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), con el apoyo del
Instituto Nacional en Transferencia de Tecnología Agropecuaria (INTA), la
Cámara de Productores de Leche y la Corporación Ganadera (CORFOGA), la
academia, entre otras instituciones del Sector Agropecuario y Público.
Las fincas
ganaderas que se comprometan con estas prácticas reciben capacitación para su
personal, fondos no reembolsables y acceso al financiamiento adaptado a sus
necesidades particulares.
En este proceso,
el país ha recibido apoyo de varios donantes bilaterales y contrapartes
técnicas incluyendo al Gobierno de Estados Unidos, Reino Unido y Nueva Zelanda
y recursos del Fondo Mundial de Adaptación, gestionados por FUNDECOOPERACION.
Como complemento, el MAG apoya con personal técnico, administrativo.
Cómo puedo participar en este proyecto
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