Comercialización de fruta de palma aceitera será más transparente gracias a norma técnica nacional

 

San José, 10 de diciembre del 2020. Las relaciones entre los productores de palma aceitera y las empresas industrializadoras serán más transparentes, gracias a la reciente aprobación de una norma técnica nacional que estandariza los criterios de calidad de la fruta.


La elaboración del documento fue un proceso articulado entre el sector público y privado y liderado por el Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC), dentro del quehacer de la Comisión Nacional de Palma Aceitera, la cual es coordinada por el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) y conformada además por representantes del Instituto de Desarrollo Rural (INDER), del Instituto de Innovación y Transferencia de Tecnología Agropecuaria (INTA), del Instituto de Fomento Cooperativo, (INFOCOOP), del Consejo Nacional de Rectores (CONARE),-con representación de las universidades públicas-, de la Cámara Nacional de Productores de Palma (CANAPALMA), Palma Tica S.A,  Coopeagropal R.L, y productores de las regiones productoras de palma aceitera del país.

La norma surge como un esfuerzo interinstitucional, en el marco del trabajo de la Comisión Nacional de Palma Aceitera, con el fin de transparentar el proceso de compra-venta de fruta de palma aceitera, de manera que todas las partes acepten los mismos criterios de calidad.  Confiamos en que se convierta en un instrumento válido, de referencia para todas las partes, ya que surgió de manera integrada, con participación de todos los sectores”, explicó el viceministro de Agricultura y Ganadería, Marlon Monge Castro.  

El documento final fue avalado por las partes y debidamente publicado por el Instituto de Normas Técnicas de Costa Rica, INTECO, como la norma INTE A99:2020, en el catálogo nacional de normas del Instituto.

La norma para la clasificación de la fruta de palma mediante criterios de calidad, es el resultado de un esfuerzo conjunto que contó con la participación del sector público y privado, asimismo se concibe desde el Sistema Nacional para la Calidad, como un instrumento que contribuirá en la mejora sostenida de la competitividad de la agrocadenas. Por ende, desde el MEIC nos mostramos optimistas por este paso que da el sector palmero costarricense y agradecemos el aporte brindado por las distintas instancias que participaron en el proceso de elaboración, especialmente a INTECO, por haber sido facilitador del proceso”, mencionó el viceministro de Economía, Carlos Mora Gómez.

Por su parte, Susana Picado, gestora de proyectos de normalización de INTECO señaló que: “las normas permiten mejorar la calidad de vida, definir características de productos y servicios, establecer lineamientos para proteger el ambiente y representan una herramienta para el consumidor. La norma para la clasificación de la fruta de palma aceitera es una herramienta para resolver la necesidad de transparencia, bilateralidad e impugnabilidad demandada por las partes interesadas”.

La industria de la palma aceitera muestra signos de recuperación, tras varios años de problemas productivos y de bajos precios internacionales del aceite, los cuales registran un incremento importante, superando los 900 dólares por tonelada. 

Los precios internacionales se reportan positivamente en mejores ingresos para los productores, por lo que el llamado ahora es a invertir en la recuperación productiva de las plantaciones y trabajar en la calidad de la fruta, con base en las distintas alternativas integrales de producción planteadas en los programas de Mejoramiento Productivo y Transferencia Tecnológica de la Comisión Nacional de Palma y el Programa de Investigación y Transferencia de Tecnología, en Palma Aceitera, PITTA Palma Aceitera”, exhortó Monge Castro.

Según datos del MAG, en Costa Rica hay más de 76 mil hectáreas cultivadas de palma aceitera, ocupando este cultivo el segundo lugar, después del café, en cuanto a área sembrada, el 70% pertenece a pequeños y medianos productores, aproximadamente 3200 personas productoras. De la actividad dependen cerca de 50 mil personas de manera directa e indirecta.

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