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Estrategia Nacional de Ganadería baja
en Emisiones procura fortalecer resiliencia de pequeños y medianos productores
de la región ante el cambio climático.
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La meta para la Región Huetar Norte
es lograr que 422 fincas estén certificadas como NAMA Ganadería en el
2022.
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Cada día se suma una finca ganadera,
de leche o de doble propósito, a la NAMA.
390 fincas ganaderas de la Zona Norte han concluido su
proceso de adaptación al cambio climático y son más sostenibles, en el marco de
la Estrategia Nacional de Ganadería baja en Emisiones que procura fortalecer la
resiliencia de pequeños y medianos productores a los fenómenos
hidrometeorológicos.
Esta transformación de los sistemas productivos ganaderos, tanto
de leche como de doble propósito, inició en 2016 y se tiene previsto que al año
2022 se hayan registrado 422 fincas ganaderas a la NAMA en la zona Norte y 1773
a nivel nacional. Hoy, cada día se suma una finca ganadera bovina al
programa.
Este lunes, como parte de las celebraciones del Día Nacional de la
Carne, el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) inició el proceso de
entrega a más de 1600 fincas ganaderas de todo el país, de los certificados
NAMA Ganadería, los cuales verifican las medidas de sostenibilidad, adaptación,
mitigación y aumento de rentabilidad.
“La NAMA Ganadería y la Estrategia Nacional de Ganadería baja en
Emisiones llevan un excelente ritmo de ejecución. Nos complace que la
familia productora completa está participando en la elaboración de los planes
de finca y en la definición de las tareas que deben realizarse, con sus aportes
y experiencias, lo que ha contribuido a fortalecer la integración de la familia
y el compromiso de cada miembro con la sostenibilidad de la unidad productiva”,
manifestó el ministro de Agricultura y Ganadería, Renato Alvarado Rivera.
Proceso de transformación. Estas
fincas cuentan con diversas fuentes para la alimentación animal, se practica el
ensilaje, el cultivo de bancos forrajeros, manejo y rotación de potreros; se
administra el recurso agua para las diferentes actividades de la finca, así
como su conservación y manejo. También, se construye infraestructura para la
cosecha de lluvia, se protegen nacientes y fuentes de agua mediante el cultivo
de árboles y respeto de las áreas de retiro.
Como parte del proceso, los productores han recibido capacitación
en Buenas Prácticas Agrícolas, Buenas Prácticas de Producción y Buenas
Prácticas de Manufactura, para un adecuado manejo de los procesos productivos y
del almacenamiento de los diversos insumos para la finca, evitando
contaminaciones.
Otro aspecto que es fortalecido en estas unidades productivas es
el uso adecuado de los desechos orgánicos e inorgánicos, los cuales se utilizan
para preparar abono orgánico, riego de purines, lombricompost, biodigestores,
entre otros, minimizando los gastos. Los rastrojos, incluso, se usan en
la alimentación del ganado o en la elaboración de compostajes.
El compromiso del MAG y sus direcciones regionales con el proceso
NAMA Ganadería, se extiende a todo el país y a todos los sistemas bovinos,
apoyados también por las instituciones del sector y las principales cámaras de
ganaderos nacionales. Las personas productoras interesadas en formar parte
de este proceso pueden solicitar información en las redes sociales del MAG y en
la página del programa NAMA Ganadería www.fb.com/namagaderia.
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