La nueva especie de
bacteria ha sido denominada Brucella
nosferati sp. nov. y se ha observado que causa inflamación en la placenta y
muerte del feto en los murciélagos infectados, lo que es inusual en estos
mamíferos quienes son portadores de diversos patógenos sin causarles daños
asociados. La investigación demostró que
el 47,89% de los murciélagos vampiros estudiados están infectados por la
bacteria Brucella.
Brucella nosferati sería la primera bacteria autóctona del
género Brucella descrita en
Latinoamérica. Desde 1994, cuando se dio el descubrimiento de Brucella ceti, no se había identificado
a nivel mundial otra nueva Brucella
que afectara la placenta.
“Gracias a las
herramientas diagnósticas moleculares actuales, se logró determinar que esta
bacteria ya había sido aislada en Costa Rica en 1984 de un canino con orquitis
(inflamación de testículos), este hallazgo nos indica la capacidad de esta
nueva bacteria para infectar a otros mamíferos”, señaló Gabriela Hernández,
encargada de la Unidad de Microbiología Médico Veterinaria, del SENASA.
Además de abordar la prevención de enfermedades emergentes, este estudio
destaca la importancia de comprender las preferencias de caza de los
murciélagos vampiros para desarrollar estrategias de control más efectivas, ya que se demostró en
la zona del estudio que estos hematófagos prefieren alimentarse tanto de sangre
de rumiantes, como de humanos y otra gran variedad de animales silvestres.
La brucelosis es una enfermedad bacteriana zoonótica de gran importancia para la salud animal y pública, que clásicamente causa problemas reproductivos principalmente en rumiantes, mientras que en humanos puede infectar también diversos órganos.
SENASA recomienda
evitar el contacto y manipulación de estos animales, si observa alguno enfermo
o posado en el suelo, no lo toque y prevenga el ingreso a las casas de habitación. Así
mismo, la institución mantiene la vigilancia constante de las enfermedades y cepas
circulantes de Brucella en el país,
tal como se ha hecho en los últimos años.
Es importante destacar
que en Costa Rica existen al menos 115 especies de murciélagos, algunos se
alimentan de frutas, insectos, entre otros; lo cual trae grandes beneficios para
los ecosistemas y el control de plagas.
Este descubrimiento científico
se realizó, tras un estudio desarrollado desde marzo de 2020 hasta enero de
2023, en colaboración con la Universidad Charité de Berlín, Alemania, el Centro
de Investigación en Enfermedades Tropicales (CIET) y el Instituto Clodomiro
Picado de la Universidad de Costa Rica, así como el Programa de Investigación
en Enfermedades Tropicales (PIET) de la Universidad Nacional y la Universidad
Cornell de Estados Unidos. Además, este estudio refuerza
el compromiso que tiene el SENASA en el control de las enfermedades en los
animales y abre las puertas a futuras investigaciones que puedan ayudar a
prevenir nuevas formas de transmisión de enfermedades bacterianas y virales, tanto clásicas como emergentes
en nuestro país y en la región.
Puede acceder al
artículo completo sobre esta investigación, en inglés, en el siguiente enlace:
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